Ha sido un mes extraño. En algunos momentos no he seguido el plan que me he marcado siguiendo el libro "Atletas de Hierro" bien porque tenía planificado correr la Maratón de Barcelona desde hacía meses o bien porque desgraciadamente perdí a un ser querido y tuve que interrumpir dos o tres días el entrenamiento con el añadido cansancio por los kilómetros en coche realizados Desde aquí todo mi cariño y recuerdo para mi tío Leandro. Que casualidades de la vida, fue enterrado el día en que se cumplía el aniversario de la muerte de mi padre. Se querían y apreciaban mucho. Estoy seguro que desde ahí arriba van a ser mis mayores animadores en este sueño.
Y en lo estrictamente deportivo, un mes duro, muy duro, no solo por la carga física que no te da pie a descansar prácticamente. Sobre todo, por la mental. Es duro, al ya de por si exigente volumen diario de entrenos y sesiones dobles, el estrés psicológico. El ver que estás cansado, de la rutina diaria, del trabajo, pero que tienes por delante 2,5 km de piscina, o 1 hora de carrera a pie o 1 hora y media de bicicleta... Pero se que es parte del precio a pagar.
A veces me vienen pensamientos negativos, dudas sobre si aguantaré todos estos meses, sobre si mi cuerpo será capaz de soportar el IronMan, pero cuando esto ocurre, siempre me viene a la cabeza una frase que escuché a Luis Enrique, actual entrenador del Barça y gran IronMan, en un DVD que se titulaba "Sueños por Hora", donde preparaba su primer IronMan. "El que quiere puede" Él comentaba que era su mantra, y también, con su permiso, lo he hecho el mío. Y como él también decía en ese video, en seguida se van los pensamientos negativos, vuelve el ánimo y las ganas por lograr mi sueño.
Y el resultado, al menos de momento, está aquí: Marzo 2015, 34 sesiones, 28 horas y 361 km de entrenamiento. Estoy feliz.
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