jueves, 6 de agosto de 2015

Disciplina + Esfuerzo + Ambición = Éxito

En las últimas dos semanas ha comenzado a aumentar el volumen de mis entrenamientos de forma significativa. Tan solo quedan diez semanas para el Ironman y ahora comienzo el mes de mayor carga. las próximas seis semanas serán realmente duras. Especialmente durante las tiradas largas del fin de semana. Las piernas y la espalda las tengo muy cargadas. Me cuesta mucho recuperar. Ya llevo dos semanas iendo al fisio a que me haga un masaje cada lunes, aprovechando que es mi día de descanso. Sobre papel ya daba la sensación de que sería duro. Pero lo está siendo mucho más una vez que te encuentras cara a cara con este desafío. Cada día que pasa me doy más cuenta de la envergaruda de esta locura. Últimamente tengo la sensación de que todo mi tiempo libre lo dedico a pensar en el triatlón, en nadar, en correr, en ir en bicicleta, en estirar, en reflexionar... Me ocupa el 100% de mi vida en estos momentos. Ha acabado invadiendo todos los rincones de mi vida, porque incluso cuando no estoy entrenando, lo tengo presente en mi cabeza, pensando, analizando, estudiando cualquier aspecto de los entrenamientos pasados, o de los que tengo por delante. Cuanto menos falta para el día de la competición, más tiempo dedico a pensar en ese día. En que estrategias seguiré, en como se comportará mi cuerpo, en si soportaré la tortura de estar doce, trece horas llevando mi cuerpo hasta un límite en el que no ha estado nunca. Cada vez siento más nervios por la llegada de ese día, pero a la vez cada vez tengo más ganas de que llegue.

Físicamente me siento mejor que nunca. A pensar del cansancio estoy asimilando los entrenamientos perfectamente. Este último fin de semana hice más de 100 kilómetros en bicicleta y sin problemas. Además a medias de velocidad muy buenas, en torno a los 30 km/h que ya es mi objetivo para el Ironman. Y al dia siguiente corrí más de 20 kilómetros durante dos horas. Y a pesar de que el lunes me sentía muy cargado, el martes ya estaba de nuevo corriendo sin notar nada. Imagino que el masaje del día anterior ayudó. Pero ciertamente me siento muy fuerte, muy seguro de mi mismo. El sentir que todos los meses que llevo entrenando están dando su resultado, hace que confíe cada vez más en mi capacidad física y en mis posibilidades. Y es una dinámica positiva. Porque esta confianza está alimentando mi fortaleza mental para afrontar los entrenamientos que tengo por delante. Y dado que me esperan unas palizas de cuidado, estoy muy contento porque si en algún momento he necesitado confianza es ahora.


El que el tiempo se haya estabilizado y no hayan subido más las temperaturas e incluso que haya habido algún día de tregua, ha sido muy importante porque me ha permitido volver a tener entrenamientos de calidad. Estoy cuidando más que nunca mi alimentación. Días atrás me dio un bajón de energía. No tenía fuerzas ni para subir unas escaleras. Si no entrenaba, me pasaba el día sentado o descansando en la cama, en el sofá. Estaba vacío a nivel de fuerzas. Al final, y dado que ya comía de forma equilibrada, lo resolví aumentado la cantidad de comida. No me había dado cuenta pero quemo tal cantidad de calorías en estos momentos, que prácticamente necesito comer el doble que hace unos meses para mantener el nivel de esfuerzo durante los entrenamientos y sentirme con energía. Y no solo cuando entreno, sino durante el resto del día. Vuelvo a estar recuperado, afortunadamente, pero no he de despistarme en este punto.

No quiero que el entrenamiento de 30 semanas se pueda ir al garete por no haber sabido equilibrar mi alimentación e incluso poder hundirme durante el Ironman. Al principio de mi entrenamiento me conformaba con acabar la prueba. Ahora no, ahora quiero dar el 120% de mi mismo y acabar en un tiempo que dentro de mis posibilidades pueda considerar un éxito. Y para ello necesito cuidar todos los aspectos de mi entrenamiento, el entrenamiento físico, el descanso, la motivación y la alimentación.

Ahora más que nunca comienzo a disfrutar de mi aventura. Cerraré los ojos, respiraré hondo y seguiré empleandome en cuerpo y alma.